lunes, 25 de noviembre de 2013

Día Internacional de la eliminación de la Violencia contra las mujeres

La lucha contra la violencia hacia las mujeres y trabajar por una sociedad igualitaria es para nosotras eso que Galeano dice de la utopía: “aquello que está en el horizonte”. Nosotras como much@s varones y mujeres en el mundo, emprendemos acciones cotidianas de lucha y resistencia contra una cultura que ha invisibilizado a la mitad de la humanidad: las mujeres. Esta lucha se la debemos a todas aquellas mujeres y varones que dieron su vida por una mayor igualdad, y gracias a quienes hoy podemos estar aquí nosotras escribiendo y ustedes leyendo (y escribiendo).

La violencia contra las mujeres ha sido y es una de las violencias más invisibilizadas. Esto se ve reflejado en ciertas posiciones individuales que niegan su existencia y en cuestiones más globales como la falta de recursos y políticas que protejan a las mujeres. Por debajo, circula la creencia de que las mujeres son objeto de propiedad de los varones y desde allí se legitima la violencia en todas sus expresiones (física, psicológica/verbal, ambiental, sexual, económica y simbólica): si el poder es masculino, el poder sancionador también. Instalado el miedo, se asegura su dominación y reproducción de generación en generación: “a los varones hay que entenderlos”, “no le respondas que es peor”, “vos también le llevás la contra” fueron la regla y NO la excepción de dichos que nuestras madres y abuelas nos han transmitido. Sin embargo, ha habido voces transgresoras que defendieron con tenacidad el derecho a una ciudadanía plena de todas las mujeres y que sentaron las bases de lo que hoy conocemos como Teoría del Género. Esto ha permitido que se reconozca el carácter estructural de la violencia de género, transformando lo que se consideró un hecho privado a algo público y político. Porque la violencia de género nos compete a tod@s.

Pese a los avances, las noticias no dejan de hablar de mujeres asesinadas por sus parejas. Y no podemos pensar que esos varones femicidas son la patología, porque salimos a la calle y cada falta de respeto a nuestra individualidad y autonomía, cada palabra lasciva sobre nuestro cuerpo, cada chiste basado en que somos mujeres, cada “apoyada” en el transporte público (y perdón si suena grosero, pero no hay palabra que describa mejor ese acceso socialmente aceptado al cuerpo femenino) y cada cartel sobre mujeres prostituidas en privados, nos recuerda que el patriarcado existe, que las violencias contra las mujeres son coherentes con esta organización social y esas mujeres acalladas nos ponen en posición de lucha de nuevo. Y sabemos del riesgo que corremos: much@s nos tildan de fundamentalistas, de exageradas, de ser demasiado libres... Y eso es un riesgo de muerte en las sociedades machistas; que hoy 25 de noviembre conmemoremos el Día Internacional de la lucha contra la Violencia de Género, tiene que ver con esto.

El asesinato de las hermanas Mirabal
Patria, Minerva y María Teresa Mirabal fueron activistas políticas asesinadas y torturadas durante la dictadura de Rafael Trujillo en República Dominicana. El 25 de Noviembre de 1960, estas tres mujeres que luchaban por la libertad política de su país, fueron brutalmente asesinadas por orden del dictador y sus cuerpos tirados al fondo de un acantilado de la costa Dominicana. (les recomendamos el libro "En el tiempo de las mariposas" de Julia Alvarez que narra su historia)
En honor a estas ellas, en 1999 las Naciones Unidas aprueban la fecha 25 de Noviembre como conmemoración del Día Internacional de la No Violencia Contra la Mujer.

Gracias a los informes del Observatorio de Femicidios de Argentina “Adriana Zembrano” es posible estimar que cada 30 hs en nuestro país, una mujer es asesinada en manos de una ex pareja, pareja o familiar, generalmente en respuesta al deseo de independencia de la mujer. Ayer 24 de Noviembre, 53 años después del asesinato de las hermanas Mirabal, se cometieron dos femicidios: Silvana Gofier (50 años) y Valeria Gofier (22 años) fueron asesinadas por violencia sexista. ¿Qué más se necesita para que toda la sociedad comprenda que tod@s somos responsables de la eliminación de este flagelo? Es importante entender que esta lucha no debe estar solo en mano de mujeres y ONGs, sino que todos y todas debemos ser parte de este cambio. Es necesario que tod@s aquell@s que no se acercan a la perspectiva de género por desconocimiento, sepan que no se trata de una competencia entre varones y mujeres (como comúnmente se intenta difamar), sino de revertir un orden que históricamente fue desigual y desventajoso para la mitad de la humanidad. A nosotras el feminismo no nos enseñó a odiar a los varones por ser varones; simplemente nos enseñó a ponerle forma, palabra y sentido a una lucha -antes solitaria- de búsqueda de equidad. Nos enseñó a posicionarnos como las mujeres que no nos enseñaron a ser; nos abrió los oídos a una multiplicidad de voces que suenan por los costados, por los centros, por las grietas; nos evidenció que cada día tenemos que revisar nuestras posturas porque somos hijas de una cultura machista; nos posibilitó pensarnos profesionalmente en lugares cotidianos de frustración pero de pequeños y grandes avances; nos mostró que el cambio es posible si la militancia es cotidiana, en cada espacio, en cada lugar y de variadas maneras; nos hace sentir tristeza con las historias cotidianas de mujeres maltratadas, alegría por cada avance legislativo y por cada derecho conquistado, e impotencia por la ineficacia de algunas políticas públicas y polític@s; nos permitió tener sororidad con otras mujeres.

A tod@s aquellas personas que están pres@s del sistema patriarcal, les decimos que aquello que no quieren ver, les está costando vida y derechos a muchas mujeres. Y a tod@s aquell@s que como nosotras hacen que el 25 de Noviembre sea una lucha cotidiana, y a las mujeres que en este momento están siendo maltratadas, controladas, celadas, manipuladas, violadas, golpeadas y bastardeadas, les decimos que es posible decirle BASTA a la violencia de género, que no estamos solas, y que, como dijo Rosa de Luxemburgo “Quien no se mueve, no siente las cadenas”.

Abrazo feminista.

Julieta Evangelina Cano y María Laura Yacovino

Compartimos algunos videos en relación al día de hoy.















0 comentarios:

Publicar un comentario