Amordazar

Autor: Gabriel Sanz

Bienvenidos a De(s)generando el género.

DE(s)GENERANDO EL GÉNERO nace de la necesidad de aunar esfuerzos para lograr la Igualdad de género. El nombre no es casual, sino que se enraíza en el fin que perseguimos: degenerar los conceptos que inundan las consideraciones de género para llegar a deshacerlo, desgenerarlo, y despojarlo de todos estereotipos y mandatos que marcan “el deber ser”en función del sexo con el que nacimos. Nos definimos como feministas, porque creemos que la única forma de vivir en un mundo más justo se relaciona con la igualdad real de oportunidades entre mujeres y hombres. Creemos que la educación e información, son la herramienta que nos permitirá vivir en la diversidad, la pluralidad y tolerancia humana. Tenemos la convicción de que esto es posible, y por eso armamos este BLOG , el cual dividimos en secciones que nos parecen de interés para quien quiera acercarse a la temática y estar actualizad@. Las sección “Reseñas”, haremos un breve análisis de distintos títulos de libros y películas que abordan la temática . En las “noticias destacadas”, exponemos los sucesos más relevantes e inauditos, con un pequeño análisis de las mismas. En la agenda, publicamos los eventos relacionados con la temática. En los links de interés, aquellos enlaces que creemos interesantes. Y en la página principal habrá una producción nuestra sobre diversos temas. Todas estas secciones, las vamos a actualizar semana a semana, ya que creemos que la Igualdad y la concientización, es un camino de todos los días.

miércoles, 26 de agosto de 2015

Reflexiones breves sobre la ciudadanía de las mujeres


La categoría de ciudadanía es vital de las democracias modernas. Las mujeres a lo largo del mundo (en mayor o menor medida), seguimos construyendo y disputando la construcción de una ciudadanía plena. Podríamos definir a la ciudadanía como el derecho de las personas a participar democráticamente en las decisiones de la comunidad política. Sin embargo, aunque en líneas generales en occidente no haya obstáculos para la participación política, esta ciudadanía es un tanto ficticia en la medida en que no estaría resolviendo la participación per se y las condiciones de desigualdad que subyacen en el marco de la organización social patriarcal.
Imagen extraida de http://site.adital.com.br/site/noticia.php?lang=ES&cod=75375 (23/08/2015)

La ciudadanía que sólo se manifiesta en el derecho de elegir y ser elegida (en Argentina tenemos desde la década de los ´90 una ley de cupo de garantiza la presencia femenina en un 30% -sólo un 30%, como si no fuéramos de hecho el 50% de la población-en las listas de los partidos políticos) no está resolviendo el hecho de que en el plano social, las mujeres siguen ganando un 30% menos por igual tarea en comparación a un varón.
Tampoco resuelve que, de acuerdo a estadísticas de La casa del Encuentro (porque no disponemos de datos oficiales) entre 2008 y 2012 hubo 1223 femicidios en nuestro país (Post relacionado: Femicidios: "esas" muertes evitables). 
Tampoco está poniendo el ojo en el acoso sexual y en el acoso por razón de sexo en todos los ámbitos, pero sobre todo en el laboral (post relacionados: Acoso sexual y acoso por razón de sexo...; El piropo como mandato...).Incluso hoy en día, una mujer que es violada por un varón, es la responsable por esa violación: para los medios, para lxs jueces, para la sociedad (post relacionado: Ni locos ni provocadoras. La violación al desnudo). Y además (como si esto fuera poco) en Argentina seguimos abogando por un derecho al aborto libre, gratuito y legal (post relacionado: Eduación sexual para decidir...), derecho que no resulta adquirido ni aún en los países que lo consagran, sino no hubiese sido necesario el Tren de la libertad.

Creemos que este debate tan actual viene a corroborar la tesis de Carol Pateman (1995) de que existe un contrato sexual, que es la base del contrato social (ambos ficcionados) que dan origen a las sociedades modernas. Básicamente la autora, al analizar los orígenes de la sociedad según la doctrina del contrato, postula que: "El pacto originario es tanto un pacto sexual como un contrato social, es sexual en el sentido de que es patriarcal -es decir el contrato establece el derecho político de los varones sobre las mujeres- y también es sexual en el sentido de que también establece un orden de acceso de los varones al cuerpo de las mujeres (...) el contrato está lejos de oponerse al patriarcado, el contrato es el medio a través del cual el patriarcado moderno se instituye" (Pateman, 1995:11).
De acuerdo a la teoría del contrato sexual, las mujeres no se constituyeron en sujetas de derecho al momento de la firma del contrato social, porque en virtud del contrato sexual, las mujeres fueron objeto del mismo. Si la mujer es objeto, nunca puede ser sujeto, y como dice Pateman "la dominación de los varones sobre las mujeres y el derecho de los varones a disfrutar de un igual acceso sexual a las mujeres es uno de los puntos en la firma del pacto original. El contrato social es una historia de libertad, el contrato sexual es una historia de sujeción” (Pateman, 1995:10).
Los varones, por medio de este contrato sexual, se garantizan el acceso al cuerpo de las mujeres, para acosarlas, para violarlas, para matarlas. Tengamos presente que durante mucho tiempo estuvo justificado el femicidio, si es que el femicida la mataba por causa de honor.

La reflexión más triste a la que hemos llegado en estos últimos tiempos es la sensación de que no existe el concepto de derecho adquirido para nosotras: siempre puede venir un gobierno más patriarcal, más o menos sutil y pretender arrebatarnoslos. A la par, y como contracara, también nos encontramos con la agencia de las mujeres y con las mujeres agenciadas: es nuestra acción, el politizar lo personal, la causa de todos los derechos conquistados que hoy nos reposicionan subjetivamente en este mundo machista.
Es decir, y otra vez gracias a la propia agencia de las mujeres, es que estamos en todos lados disputando para que la igualdad sea real, y no meramente una cuestión formal (que es importante ser iguales ante la ley, el movimiento feminista ha luchado mucho por ello, pero nos hemos dado cuenta que con eso no basta). Nos gustaría rescatar aquí el concepto de agencia, que es el que puede explicar el gran avance en el reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres:

 "La concepción de agencia implica que la medición del desarrollo humano no se limita a la estimación de sus tres dimensiones básicas --salud, educación e ingreso--, sino que refiere también a las capacidades de las personas en un sentido más amplio. Apunta, en particular, a la estimación del empoderamiento: la capacidad de las personas para controlar su propio destino, ejercer derechos, y disponer de recursos y oportunidades para realizar opciones y decisiones estratégicas. En otras palabras, la idea de agencia presupone la capacidad de las personas de canalizar sus derechos a través de la participación en la vida de sus comunidades. A su vez, para ejercer estos derechos, las personas deben poder vivir una vida libre de coerción y violencia (PNUD, 2010b)" (2011:1).

Creemos que en la historia de los movimientos de mujeres, la agencia siempre ha sido canalizada desde el colectivo. Agencia implica entonces la capacidad de acción, y que en la demanda por la ampliación de derechos, siempre es un proceso colectivo, que puede o no tener líderes/as visibles y reconocibles ¿Se te ocurren algunas?


Julieta Evangelina Cano y María Laura Yacovino



Referencias bibliográficas
  • Aportes para el desarrollo humano en Argentina / 2011: Género en cifras: mujeres y varones en la sociedad argentina. / 1.ª ed. Buenos Aires: Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), 2011.
  • Pateman, Carole (1995) El Contrato Sexual, México, Anthopos/UAM.