Amordazar

Autor: Gabriel Sanz

Bienvenidos a De(s)generando el género.

DE(s)GENERANDO EL GÉNERO nace de la necesidad de aunar esfuerzos para lograr la Igualdad de género. El nombre no es casual, sino que se enraíza en el fin que perseguimos: degenerar los conceptos que inundan las consideraciones de género para llegar a deshacerlo, desgenerarlo, y despojarlo de todos estereotipos y mandatos que marcan “el deber ser”en función del sexo con el que nacimos. Nos definimos como feministas, porque creemos que la única forma de vivir en un mundo más justo se relaciona con la igualdad real de oportunidades entre mujeres y hombres. Creemos que la educación e información, son la herramienta que nos permitirá vivir en la diversidad, la pluralidad y tolerancia humana. Tenemos la convicción de que esto es posible, y por eso armamos este BLOG , el cual dividimos en secciones que nos parecen de interés para quien quiera acercarse a la temática y estar actualizad@. Las sección “Reseñas”, haremos un breve análisis de distintos títulos de libros y películas que abordan la temática . En las “noticias destacadas”, exponemos los sucesos más relevantes e inauditos, con un pequeño análisis de las mismas. En la agenda, publicamos los eventos relacionados con la temática. En los links de interés, aquellos enlaces que creemos interesantes. Y en la página principal habrá una producción nuestra sobre diversos temas. Todas estas secciones, las vamos a actualizar semana a semana, ya que creemos que la Igualdad y la concientización, es un camino de todos los días.

miércoles, 1 de octubre de 2014

Feminicidio: las generalidades y particularidades de las mujeres víctimas

Claramente una de las contribuciones más importantes del feminismo al debate actual han sido las categorías de género y de patriarcado, y a ellas podemos sumarle actualmente una nueva categoría analítica que nos permite conceptualizar un tipo de violencia contra las mujeres en donde los Estados son actores por permitir u omitir la acción ante un patrón estructural de discriminación contra las mujeres que termina con sus vidas. Estamos hablando del concepto de feminicidio acuñado por Marcela Lagarde a partir de su participación en la Comisión Investigadora de los feminicidios ocurridos en Ciudad Juárez (México) y partiendo del concepto de femicide de Diana Russell. El término femicide, que es traducido como femicidio que involucra a todos los asesinatos sexistas de mujeres “realizados por varones motivados por un sentido de tener derecho a ello y/o superioridad sobre las mujeres, por el placer o deseos sádicos hacia ellas, y/o por la suposición de propiedad sobre las mujeres” (Russell, 2005:138). Al “feminicidio” Marcela Lagarde le dio otro contenido: “conjunto de delitos de lesa humanidad que contienen los crímenes, los secuestros y las desapariciones de niñas y mujeres en un cuadro de colapso institucional. Se trata de una fractura del Estado de derecho que favorece la impunidad. Por eso, el feminicidio es un crimen de Estado” (2005:155). Con esta categoría entonces, se pone de manifiesto que la violencia institucional se queda con la vida de las mujeres, colocando al Estado como el principal responsable de ello.

Vamos a utilizar como disparador de esta entrada la conferencia de Marcela Lagarde pronunciada en la Universidad de Oviedo en el año 2006. En ella, la autora hace hincapié en la conceptualización del feminicidio como un logro de la actuación política feminista. El feminicidio es una categoría teórica, que se transforma en un cambio de paradigma epistemológico. Aunque llevó tiempo, la Real Academia Española aceptó integrar el término al diccionario de la lengua castellana, visibilizando así este tipo de violencia porque sabemos que lo que se nombra, existe en el mundo.

Cuando hablamos de violencias contra las mujeres, estamos hablando también de la existencia de un patrón de desigualdad estructural que las habilita y legitima. Marcela Lagarde, en la conferencia que nos sirve de insumo para esta entrada, quiere poner de manifiesto que cualquier mujer puede ser víctima de violencia feminicida y que de hecho no hay un perfil de víctima de violencia, ella acciona en pos de desestereotipar a la mujer víctima: "hay un estereotipo que ha dado la vuelta al mundo y es que quienes han sido asesinadas son mujeres jóvenes, morenas, pobres, de pelo largo, trabajadoras de las maquilas y que han sido asesinadas después de una gran violencia sexual contra ellas; es un estereotipo porque no corresponde a la realidad (…) Además de esas trabajadoras pobres de las maquilas, hay un 85 % de mujeres que corresponden a distintas clases sociales, a distintas edades, algunas de ellas no recibieron en ese momento violencia sexual y fueron asesinadas en sus casas por sus parientes" (2006:4).

Por otro lado, las autoras Sciortino y Guerra, que abordan el feminicidio  de Sandra Ayala Gamboa, una mujer peruana que al ir a una entrevista de trabajo se encontró con la muerte en la ciudad de La Plata y su cuerpo fue encontrado en una dependencia del Estado provincial,  están muy interesadas en que se tome conciencia de que es verdad que cualquier mujer puede ser víctima de distintos tipos de violencia, pero que hay marcas que se suman en los cuerpos femeninos y que hacen a determinadas mujeres más pasibles de ser victimizadas. Ellas lo expresan: "Consideramos de mucha importancia que la diferencia sexual en la que se fundamenta la desigualdad se examine junto a otras disponibilidades o condicionamientos que la atraviesan (…)Es decir, las mujeres asesinadas a las que nos referimos en este trabajo, además de mujeres, están situadas según la clase, la etnia y la identidad cultural o nacional” (2009:102) (…)“¿La condición de mujeres nos pone a todas en un mismo plano de indistinción al momento de elegir el cuerpo a sacrificar?, ¿Los asesinatos son igualmente visibilizados en tanto que todas son muertes de mujeres?" (2009:106).

Es importante destacar que así como la categoría género debe atravesar los análisis para relevar las diferentes implicancias que puede tener un mismo hecho en los cuerpos y subjetividades femeninas, también es verdad que no existe una sola mujer, sino que las mujeres en plural, estamos atravesadas por distintas categorías que nos hacen, o no, más vulnerables a la violencia machista, más invisibles, o no, ante la sociedad en un hecho de violencia feminicida. Nuestras particularidades pueden constituirse, o no, en marcas de subalternidad.

En la tolerancia estatal a la violencia contra las mujeres se puede leer que las mujeres son consideradas como sujetos devaluados, no importantes y sacrificables por ello. Cuando hay un Estado que actúa más firmemente contra los delitos contra la propiedad que contra las violencias contra las mujeres, es transparente el mensaje sobre las prioridades y sobre las problemáticas que se consideran relevantes socialmente. De acuerdo al informe de la Casa del Encuentro (2013), entre el 1 º de Enero de 2008 y el 31 de Diciembre de 2012, se han producido en Argentina  1.223 femicidios y femicidios “vinculados” de mujeres y niñas (p.63), y habría qué pensar al respecto, cómo opera la tolerancia estatal que se traduce en impunidad para los agresores, evidenciando, a nuestro criterio, el pacto juramentado de caballeros al que hace referencia Cellia Amorós. En esta línea, Lagarde evidencia que: “en la sociedad se acepta que haya violencia contra las mujeres, la sociedad ignora, silencia, invisibiliza, desvaloriza, le quita importancia a la violencia contra las mujeres y a veces las comunidades (familia, barrios, cualquier forma de organización social) minimizan la violencia y tienen mecanismos violentos de relación y trato con las mujeres” (2006:3). 

A pesar de que entendemos que Marcela Lagarde pretende (en este trabajo específicamente) una identificación estratégica con el ser mujer (todas podemos ser víctimas) también es verdad que no puede faltar del análisis las otras categorías que nos constituyen. Esto no debe servir para diferenciarnos y separarnos como mujeres, sino para entender que no hay UNA mujer, y que no resulta lo mismo ser blanca, de clase media y heterosexual que indígena, desocupada e inmigrante. La complejización de la categoría mujeres nos debe servir para plantear políticas más eficaces que prevengan, sancionen y erradiquen las violencias contra las mujeres. es necesario entonces, abordar la compleja trama de las violencias contra las mujeres desde la interseccionalidad.

Bibliografía consultada

  • Lagarde y de los Ríos, Marcela (2005) El feminicidio, delito contra la humanidad” en  Feminicidio, justicia y derecho. Comisión Especial para Conocer y Dar Seguimiento a las Investigaciones Relacionadas con los Feminicidios en la República Mexicana y a la Procuración de Justicia Vinculada. México.
  • Lagarde, M. (2006) Feminicidio , Disponible en: www.ciudaddemujeres.com/
  • Russell, Diana, (2005) “Definición de feminicidio y conceptos relacionados” en Feminicidio, justicia y derecho. Comisión Especial para Conocer y Dar Seguimiento a las Investigaciones Relacionadas con los Feminicidios en la República Mexicana y a la Procuración de Justicia Vinculada. México.
  • Rico, Ada Beatriz ; Tuñez. Fabiana [et.al] (2013) Por Ellas... 5 años de Informes de Femicidios. Observatorio de Femicidios en Argentina “Adriana Marisel Zambrano” de La Asociación Civil La Casa del Encuentro / 1era edición Buenos Aires: La Casa del Encuentro
  • Sciortino, S. y Guerra, L. (2009) “Un abordaje del feminicidio desde la convergencia entre teoría y activismo” en Revista Venezolana de Estudios de la Mujer, CEM de la Universidad Central, 14.32, pp. 99-124.