
La cuestión es que la avanzada de la derecha a nivel mundial es un hecho indiscutible, que tiene carácter clasista pero que también presenta una ofensiva a los derechos conquistados por los colectivos feministas y de mujeres. Dirigentes políticxs con vínculos estrechos con el empresariado y con las altas cúpulas de las diversas iglesias reaccionarias a las políticas igualitarias, empiezan a ser lxs protagonistas de un escenario que se teme en suelo...