Cuando
pensamos en como ayudar a una mujer víctima de violencia, aparece
el término “empoderar” casi de inmediato. En esta entrada
pretendemos historizar un poco el término y profundizar en su
significado.
La
idea de empoderamiento tiene su origen en la década del 60 con el
enfoque de la educación popular de Paulo Freire, quien postula la
necesidad de ofrecer al pueblo una educación que lleve a la
responsabilidad sobre sí mismo, “una educación que le
facilitase la reflexión sobre su propio poder de reflexionar
y que tuviese su instrumentación en el desarrollo de ese poder, en
la explicación de sus potencialidades, de la cual nacería su
capacidad de opción” (Freire 1992,p.52). En la misma línea
argumental Gramsci y Focault definen al “poder como el acceso, uso
y control de recursos tanto físicos como ideológicos, en una relación social siempre presente” (Leon, 1999, p. 2).
Si
bien no hay un común acuerdo de quien fue la persona que establece este concepto específicamente al colectivo de mujeres, la mayoría de los
textos coinciden que fue propuesta en 1985 “para referirse al
proceso por el cual las mujeres acceden al control
de los recursos (materiales
y simbólicos) y refuerzan sus capacidades
y protagonismo en
todos los ámbitos”i
. Es decir, que podemos entender el empoderamiento como una expresión
de la libertad de
elegir y actuar, y como el poder de las mujeres sobre los recursos y
decisiones que afectan su vida. Empoderarse implica ser protagonistas
de sus propias vidas.
La idea del empoderamiento de las mujeres no es condición exclusiva de aquellas que están siendo víctimas de violencia ya que por el hecho de ser parte de esta cultura, todas y todos reproducimos en más o menos, la subordinación de las mujeres como género. Sin embargo, en aquellas que están siendo violentadas por el hecho de ser mujeres, la violencia provoca un arrasamiento subjetivo que la despoja mucho de esta capacidad de control sobre los propios recursos y derechos.
Es
por eso que una parte fundamental del empoderamiento es la toma de
conciencia de los propios derechos e intereses, y de como
estos se relacionan con los de otras personas; el objetivo es que
las personas vulneradas puedan posicionarse más sólidamente,
participen en el cambio social, se agrupen colectivamente y estén en
condiciones de influir en la toma de decisiones. Es decir que el
empoderamiento tiene una dimensión individual relacionada con los
propios niveles de autoestima y la autonomía, y otra
dimensión colectiva, que implica la necesidad de unirse con otras
personas con objetivos comunes, a fin de que aumenten su
capacidad de participación y llegada.
El
poder que el empoderamiento pregona, se separa ampliamente de la
concepción clásica de poder en término patriarcales. Se transforma
de su significado de dominación sobre otrxs, para poner al sujeto en
el centro de la escena. Desde esta perspectiva hablaremos de:
a)
Poder
propio: La toma
de conciencia
de su
subordinación, el aumento
de la confianza
en sí mismas, y al registro de como es capaz de influir en su vida y
realizar cambios-
b)
Poder con: La capacidad organizarse
con otrxs, negociar y defender
un objetivo común.
c)
Poder de: La identificación de sus intereses, de
tomar decisiones
y de desarrollar opciones
creativas
y de potenciar sus capacidades intelectuales-
Así,
la mujer que logra empoderarse deja de ser sujeto para otrxs (de la
historia, de la cultura) para ser sujeta de su propia su vida y
protagonista de la historia, de la cultura y de la política, con
libertad y legitimidad para opinar, participar, actuar y crear. Como
proceso subjetivo, implica desarrollar la conciencia de la propia
capacidad, del derecho a tener derechos, de ganar legitimidad con una
misma, y autonomía y seguridad subjetiva para tomar
decisiones propias, para elegir, para ser quien quiere ser.
Esquemáticamente,
podemos pensar el empoderamiento como el elemento espaciador entre la
vulnerabilidad y las mujeres. Las situaciones de violencia llevan a
estas a quedar bajo la sombra del discurso hostil del violento,
siendo la vulnerabilidad un efecto de esto. Empoderarse
implica reducir esa vulnerabilidad e incrementar la propia capacidad
de configurar la vida y el entorno, y tomar decisiones para el
cambio. Como es necesario tomar conciencia de lo propio, empoderarse
es algo que le sucede a cada quien, es un proceso absolutamente
personal. Una SE empodera, no LA empoderan. El resto de lxs actorxs -llámese familiares o institucionales- acompañan el
proceso; el cambio se concreta cuando esa mujer se individua, es decir se
constituye como un ser único e independiente y con capacidad para
decidir.
Considerando
que a lo largo de la historia, las mujeres hemos sido un colectivo
inhabilitado para ejercer poder, empoderarse es un logro que nos
compete a todas y que nos permitirá tomar contacto con nuestro
potencial transformador para defender nuestros derechos de manera
individual, y posteriormente de manera grupal para trabajar en
sororidad hacia una mayor equidad de género. Porque, como dice la
popular consigna, “lo personal es político”.
Julieta
Evangelina Cano y María Laura Yacovino
Bibliografia
Cepeda
Islas Susana El empoderamiento de la mujer como motor del desarrollo
local: caso Ejido Narigua, Municipio de Gral. Cepeda, Coahuila
Freire
P. (1992). La educación como práctica de la libertad. México:
siglo veintiuno
Leon,
Magdalena (1999) Poder y empoderamiento de las mujeres. Región y
Sociedad. VOL XI. N°18. Bogotá
VV/AA
(2007): El Proceso de empoderamiento de las mujeres. Guía metodológica. Brusellas.
VV/AA:
Diccionario de acción comunitaria y Cooperación al Desarrollo
VV/AA:
Principios para el empoderamiento de la mujer . La
igualdad es buen negocio Iniciativa
conjunta de UNIFEM y del Pacto Mundial de la ONU
MUY BUENA EXPLICACIÓN SOBRE EL CONCEPTO DE EMPONDERAMIENTO, CONCEPTO USADO CADA VEZ MÁS PERO NO TAN BIEN EXPLICADO COMO AQUÍ. algo QUE TAMBIÉN ME HA GUSTADO ES ESTO DE "PERSONAS", "SOMOS PERSONAS"..MÁS ALLÁ DE MUJERES U HOMBRES, "PERSONAS Y NUESTRO DERECHO A EJERCER DERECHOS, APRENDIENDO QUE PODEMOS, QUE SOMOS CAPACES DE ACIERTOS Y ERRORES QUE NOS LLEVAN A APRENDIZAJES Y A EVOLUCIONES CADA VEZ MAYORES DE SER UN UNO Y NO PARTE DE.
ResponderEliminarVERONICA GARCIA-PSICOLOGA
Gracias Vero!! Abrazo!
EliminarMe encanto la explicadera, sobre todo aquello de ser una y no parte de...etc. Gracias por compartir.
ResponderEliminarGracias!!
EliminarExcelente.
ResponderEliminarGracias!!
EliminarDisculpen el no referirme al libro, pero me urge la fecha de nacimiento de María Laura Yacovino, he seleccionado un ensayo suyo en coautoría con Julieta Evangelina Cano y necesitamos este dato para su entrada biobibliográfica.
ResponderEliminarGracias
Marcela Prado Traverso, Chile
Escribe un mail a desgenerando.genero@gmail.com y allí se te darán los datos que necesites. Saludos!
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