sábado, 16 de marzo de 2013

Día internacional de LA MUJER O DE LAS MUJERES? Reflexiones sobre el uso del lenguaje.

¿El lenguaje es sexista y androcéntrico?

Tal y como considera la lingüista española Eulalia Lledó “el lenguaje no es sexista en si mismo, sí lo es su utilización. Si se utiliza correctamente también  puede contribuir a la igualdad y a la visibilización de la mujer”.

Antes de definir a que nos referimos con lenguaje androcéntrico y sexista, debemos tener presente que los seres humanos vivimos en el lenguaje, y accedemos a las cosas del mundo por medio de él; conforma nuestra manera de ver la realidad, y establece espacios de existencia e inexistencia: aquello que no se nombra, no existe.

El lenguaje no es independiente de la sociedad que lo produce, regula y transmite. Sabiendo que el patriarcado ha sido la ideología imperante a lo largo de la historia, no es casual que el uso del lenguaje, emane una visión androcéntrica del mundo  produciendo y reproduciendo la desigualdad entre hombres y mujeres. La palabra “Androcentrismo” deriva de griego “aner, andros” que significa “hombre, varón” y del latin “centrum” que a su vez proviene del griego “kentron” y que indican “el centro de algo”. De esta manera, el lenguaje androcéntrico refiere al uso que le damos, considerando solo la mitad de la humanidad: los hombres. De aquí se desprende, que la universalidad del lenguaje caracterizado por el género masculino, es en realidad ficticio y tiene consecuencias. Si al nombrar al conjunto de seres humanos, utilizamos el genérico masculino, estamos invisibilizando a las mujeres, ya que como hemos dicho al inicio, aquello que no se nombra, no existe.

Esto que para muchas personas puede ser una exageración, basta ejemplificar con la conocida declaración de derechos de la Revolución Francesa. En aquel entonces, mujeres y hombres lucharon codo a codo por la ampliación de sus derechos, de lo que resultó la Declaración de Derechos del Hombre y del Ciudadano. Este documento, tenía un claro sesgo de género ya que sólo hacía referencia a los hombres, y no a mujeres. Así fue como Olympe de Gouges, redacta como manifestación de esto, la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana.

De todas maneras, no es necesario irnos tan lejos. En la actualidad abundan los ejemplos: frases como “usuarios registrados” (¿no podemos las mujeres registrarnos?), “los ciudadanos de la República Argentina” (¿Y las ciudadanas?), “los profesores”, “los responsables”, dan cuenta del uso androcéntrico del lenguaje.

Y volvemos a repetir: esto es importante, porque el lenguaje construye posiciona y habilita espacios; y para lograr la igualdad entre los sexos es necesario usar el lenguaje de manera tal que represente a hombres y mujeres y los dote de realidad simbólica e igualdad efectiva.

En nuestra opinión, y a propósito del título, otro uso del lenguaje que sirve a los fines del patriarcado, es englobar bajo el término “la mujer” al conjunto “mujeres”. ¿No estamos reduciendo nuestra heterogeneidad y diversidad?. ¿Existe un algo “esencialmente” femenino o masculino? Creemos que la apuesta está justamente en aceptar la diversidad y pensarnos en tanto personas.

Judith Butler en su célebre libro “El género en Disputa”, abre muchos interrogantes al respecto. Uno de los cuestionamientos que allí realiza y que tomaremos en este artículo, es su crítica a la esencialización del sujeto del feminismo, que conlleva la exclusión de otras identidades que no son representadas por las características que este supone.

Según la autora, la categoría “mujer” (como universal)  tiene dos riesgos: da cuenta de la situación de opresión de todas las mujeres invisibilizando las especificidades de la dominación en los distintos contextos culturales, y además supone que todas viven de la misma forma el “ser mujer” y lo aceptan. Desde este punto de vista, es que creemos que por ejemplo, los 8 de Marzo tendríamos que renombrarlo como el “Día Internacional de LAS MUJERES”.

En este caso, el (¿mal?) uso del lenguaje nos muestra nuevamente como se reproducen ciertas realidades (e invisibilizamos otras) en nuestros actos de habla. Para lograr la tan preciada igualdad entre hombres y mujeres, es necesario comprender que la representación de las mujeres en el lenguaje, no es un capricho de forma, sino una cuestión de fondo.

Compartimos con uds. este pasaje del libro “Alicia a través del espejo” de Lewis Carroll (el cual recomendamos leer) que representa de manera simple y clara la intencionalidad subyacente del lenguaje:

– Cuando yo empleo una palabra -insistió Dumpty en tono desdeñoso- significa lo que  yo quiero que signifique. Ni más ni menos.
– La cuestión está en saber -repuso Alicia- si usted puede conseguir que las palabras signifiquen tantas cosas diferentes.
– La cuestión está en saber -replicó Dumpty- quien manda aquí. Eso es todo.



Finalizando...

Existen más usos sexistas y androcéntricos del lenguaje. Algunos son:

  • El salto semántico: Usar el masculino como genérico y más adelante en el mismo contexto, usarlo como específico.
  • Al enumerar personas, no respetar el orden alfabético o de jerarquía profesional, priorizando a las personas del sexo masculino.
  • Utilizar asimetrías en el tratamiento de dos personas de distinto sexos: El Sr. Gomez y la Srita. Fernandez.
  • Utilizar el sustantivo “mujer” acompañado de otra cualidad que redunda en su condición sexuada:  “El 51% de los médicos son mujeres”, en vez de “el 51% son médicas”. O “Las mujeres trabajadoras” en vez de “las trabajadoras”.

Hoy en día existen muchas herramientas que nos ayudan a entrenarnos en el uso de lenguaje no sexista. Nuestra lengua es muy rica y nos permite usar palabras neutras, genéricas y giros lingüísticos que producen un lenguaje inclusivo y no discriminatorio. En nuestra sección de “documentos interesantes”, pusimos algunos de ellos, junto con un enlace para descargar el Corrector de Lenguaje Sexista Para la Igualdad de Hombres y Mujeres para Word (no sirve para Office Libre).


Julieta Evangelina Cano y María Laura Yacovino

5 comentarios:

  1. un placer leer este inteligente y accesible artículo, que nos marca que lo obvio, no lo es tanto, felicitaciones y gracias

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  2. Me gustó mucho. Me parece que es un ejercicio hacer este análisis mental, cuando leemos algo en los medios de comunicación, ya que son grandes reproductores de las ideología sexista. Gracias!

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  3. Ah, y una pregunta. ¿Donde encuentro el software para instalar el corrector de lenguaje no sexista en mi word?

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    1. Hola, en la pestaña de "links relacionados. Hay dos: uno que es el enlace para descargarlo (LUPA VIOLETA) y otro que además tiene una aplicación para analizar el contenido web. Además, en "Documentos de interés" publicamos algunos manuales que nos parecen los más completos, y otros artículos. Muchas Gracias!

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