lunes, 22 de septiembre de 2014

Ablación/mutilación genital femenina: cortando la libertad

En esta entrada hablaremos sobre la mutilación genital femenina, o ablación, que consiste en la extirpación total o parcial de los genitales externos femeninos. Este tema genera debate porque pone en juego cierto relativismo cultural que invisibiliza una realidad: que es una costumbre que viola el derecho a la salud y a la integridad física, y que refleja una profunda desigualdad entre varones y mujeres.

Para comenzar, compartimos un texto escrito en primera persona de la modelo Waris Dirie, embajadora de las Naciones Unidas en su campaña contra la mutilación genital femenina:

Me hallaba en Los Ángeles para dar una charla sobre la mutilación genital femenina. Accedí a hablar, aun cuando me resultaba difícil. En 1995 violé un fuerte tabú tradicional y hablé públicamente de mi propia circuncisión. Me había convertido en portavoz de Naciones Unidas para este asunto, pero cada vez que hablaba de ello despertaba en mí dolorosos recuerdos emocionales y físicos. Lo cierto es que cuando era pequeña le suplicaba a mi madre que me lo hicieran, pues había oído que me haría limpia y pura. Cuando no era más alta que una cabra, mi madre me sujetó mientras una anciana me seccionaba el clítoris y la parte interna de la vagina y cosía la herida. No dejó más que una minúscula abertura, del tamaño de la cabeza de una cerilla, para orinar y menstruar. En su momento yo no tenía idea de lo que estaba ocurriendo, ya que nosotros jamás hablábamos de ello. Era un tema tabú. Mi hermosa hermana Halimo murió a consecuencia de aquello. Aunque nadie de mi familia me lo dijo, estoy segura de que se desangró o murió de una infección. La mujeres midgaan que practican la circuncisión utilizan una cuchilla o un cuchillo afilado en una piedra para hacer el corte. En la sociedad somalí se las considera intocables, ya que proceden de una tribu que no es descendiente del profeta Mahoma. Usan una pasta de mirra para detener la hemorragia, pero cuando las cosas van mal no tenemos penicilina. Más adelante, cuando una chica se casa, en la noche de bodas, el novio intenta abrir a la fuerza la infibulación de la novia. Si la abertura es demasiado pequeña, se abre con un cuchillo. Después de años de lucha, me di cuenta de que en realidad es una mutilación, pero así y todo me sentía angustiada cuando hablaba del tema: temía que algo malo pudiera pasarme por violar el código de silencio”. Waris Dirie, Amanecer en el desierto. 2002.

Las palabras de esta mujer abre a la siguiente pregunta, ¿puede la tradición justificar una acto que tiene graves consecuencias en la salud, que genera un inmenso dolor físicopsíquico, que despierta temor y, todo por el simple hecho de ser mujer? Y acá no se trata de juzgar una cultura, sino de ver qué implica esta costumbre.
Creemos que la diferencia entre cultura y costumbre, puede ser el inicio para pensar que tipo de intervenciones es posible realizar, a fin de desarraigar esta práctica. En este sentido tomamos las palabras de Bénédicte LUCAS: “en efecto, la ablación/mutilación genital femenina no corresponde a una cultura - entendida como proceso, expresión de la vida humana, forma de comunicación y respuesta a unas necesidades básicas - sino a una costumbre, es decir a la fijación de una norma. Ahora bien, ¿cómo se puede valorar una costumbre? Desde el punto de vista filosófico-jurídico, el criterio de apreciación más pertinente es la confrontación de esa costumbre con los derechos humanos”.
La mutilación genital femenina está reconocida internacionalmente como una violación de los derechos humanos de las niñas y las mujeres que refleja la desigualdad entre los géneros. Es considerada como una violación de derechos humanos basada en la pertenencia al genero femenino y al rol social que se les asigna en cuanto tales. Además, como la mutilación genital femenina casi siempre se practica en menores, constituye también una violación de los derechos de las niñas.

El “por qué” de la Ablación.

La ablación es parte de un ritual de iniciación a la edad adulta practicado en África y Oriente Medio. En estas comunidades se aducen diferentes motivos para hacerlo:

Sexuales: a fin de controlar o mitigar la sexualidad femenina.
Sociológicos: se practica, por ejemplo, como rito de iniciación de las niñas a la edad adulta o en aras de la integración social y el mantenimiento de la cohesión social.
De higiene y estéticos: porque se cree que los genitales femeninos son sucios y anti-estéticos.
De salud: porque se cree que aumenta la fertilidad y hace el parto más seguro.
Religiosos: debido a la creencia errónea de que la ablación genital femenina es un precepto religioso. La ablación se practica principalmente a niñas y jóvenes de entre 4 y 14 años. 

Sin embargo, la mayoría de estudios antropológicos coinciden en que la motivación principal es que la práctica garantiza que la niña acate normas sociales claves, como las relacionadas con la restricción de la actividad sexual, el sometimiento al marido, la reducción de las relaciones extramatrimoniales, la feminidad, la respetabilidad y la madurez. Es decir, es el control del cuerpo y de la sexualidad femenina, enmascarada en razones de higiene, estética o de pureza.

Tipos de ablación o mutilación genital femenina
Existen varios tipos de ablación en función de la amplitud de la extirpación. Según la OMS:

Tipo 1 – Clitoridectomía: resección parcial o total del clítoris (órgano pequeño, sensible y eréctil de los genitales femeninos) y, solo en casos muy raros, del prepucio (pliegue de piel que rodea el clítoris).
Tipo 2 – Escisión: resección parcial o total del clítoris y los labios menores, con o sin escisión de los labios mayores (labios vulvares que rodean la vagina).
Tipo 3 – Infibulación o circuncición faraónica: reducción de la abertura vaginal mediante una cobertura a modo de sello formada cortando y recolocando los labios menores o mayores, con o sin resección del clítoris. Es decir sutura de los costados de la vagina dejando tan sólo un orificio diminuto para el paso de la orina y de la sangre menstrual. Es la forma más radical de la mutilación genital femenina.
Tipo 4 – Otros: todo otro procedimiento lesivo de los genitales femeninos realizado con fines no médicos, como pinchazos, perforaciones, incisiones, raspados o cauterizaciones de la zona genital.

Nosotras estamos convencidas que esta situación dolorosa ligada a la condición de mujer, solo es posible erradicarla si se piensa desde la perspectiva de género. Es fundamental entender cuando una práctica cultural responde a la amplitud de la libertad y la igualdad, y cuando está al servicio de sistemas de dominación que vulneran los derechos de las personas. Nosotras creemos que para generar estrategias eficaces de erradicación, es necesario analizar la Mutilación Genital Femenina en el marco del sistema de dominación patriarcal.

Compartimos el siguiente video:

Julieta Evangelina Cano y María Laura Yacovino




Bibliografía:

  • Bénédicte LUCAS: Aproximacion antropológica a la práctica de la ablación o mutilación genital femenina.
  • Maglione, Miguel Angel (1998): La mutilaión genital femenina.
  • Informe OMS: Comprender y abordar la violencia contra las mujeres. Mutilación genital femenina
  • Informe de Amnistia Internacional (1998): La mutilación genital femenina y los derechos humanos: Infibulación, excisión y otras prácticas cruentas de iniciación.
  • Waris Dirie (2002): Amanecer en el desierto
  • http://www.prensalibre.com/internacional/Mujeres-luchan_0_1132086805.html




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